martes, 29 de diciembre de 2015
Quizás
Era una noche fría y oscura, silenciosa y tranquila como la misma luna, tan solo se podía oír los pequeños y cautelosos pasos de una joven muchacha que caminaba descalza por el estrecho y frío pasillo de aquel inhóspito e siniestro lugar, la luz de la luna iluminaba el cabello negro azabache de la joven de piel pálida y demacrada,su rostro mostraba una mirada triste que contemplaba hacia la ventana entre unos barrotes que empujaba inútilmente con todas sus fuerzas mientras lagrimas se derramaban en sus blancas sabanas, cubría su frágil cuerpo semi desnudo con una bata blanca que parecía mas grande que ella, en ese instante se quedaba petrificada al ver ante sus ojos color miel unos destellos que alumbraban toda su cara seguidamente de unos estruendosos relámpagos que le parecía lo mas romántico e hermoso que podía ver su triste rostro en aquella noche de ese atormentado lugar;
El impacto del rayo era treméndamente fuerte, pero no la asustaba en ningún momento, pues se sentía relajada al escuchar los truenos acompañados de una gran lluvia, mientras tanto se quedó sentada en un rincón al que olía a pis mezclado al olor que producían los medicamentos de hospital, como todo aquel lugar, algo que ya se sentía acostumbrada, ahora se disponía a leer un libro para haber sii al menos su mente podría escapar de una vez por todas de aquel antro al que se sentía encarcelada, de repente se vio observada por una extraña presencia, esta seguía leyendo tranquilamente aunque se sentía incomoda, sentada en el duro y ya no tan frío suelo, los huesos de su pequeño trasero, raquítico así como todo su cuerpo estaba resentido, aún se sentía observada por lo que no soportó mas y se giró bruscamente, pero ahí no había nada mas que el movimiento de las cortinas ante esa furiosa tormenta, a escasos segundos se tumbó en el frío suelo escuchando la incesante lluvia hasta que por fin notaba una sombra que se le acercaba, pues ahí aparecía el, como siempre llegaba silencioso, era un individuo extraño e introvertido que se le aparecía varias noches y al que simplemente la observaba, ahí sentado en frente suyo sin pronunciar palabra, este aparecía siempre de la nada como si un mismo ser espectral le saludase desde el mas allá, daba la impresión de ser alguien muy solitario y atormentado, apenas miraba mas de cinco segundos al rostro de la joven chica, pues se mostraba violento a la hora de mostrar su rostro desfigurado y repleto de cicatrices, por miedo de que la chica se riera de el, ella se le acercaba con cautela y le acarició el rostro piadosa mete y por fin levantó la barbilla mirando la fijamente, esta no se mostraba asustada ante aquella apariencia extraña si no, todo lo contrario, en su rostro dibujaba una alegre sonrisa acompañada de una mirada repleta de fijación y dulzura.
Sus encuentros solían ser siempre expontaneos y fugazes, así ambos lo preferían aunque esta fué la primera ocasión en que sus miradas por fin se cruzaban furtivamente y sus labios permanecian sonrientes, sin que sus cuerpos estubieran tensos e incomodos, hasta que un acto inesperado provocó que esta se sintiera asustada por unos pocos segundos.
Era una navaja que este sacó del bolsillo, pero al poco tiempo esta comenzaba a sentirse estúpida al asustarse ante el amable hombre que sacaba una manzana roja que le ofrecía extendiendo el brazo con una tierna y tímida sonrisa mientras con la otra mano le ofrecía el cuchillo para que ella misma la pudiera cortar, sabía que ese ser no le querría hacer daño, no obstante se solía mostrar insegura y fria con todos los que habían en ese oscuro y hostil lugar, ella movía negativamente con la cabeza y este bajó nuevamente su rostro que quedaba cubierto entre su enorme mechón negro que cubría sus pequeños ojos, esta le respondía con una agradable sonrisa y el ser extraño comprendió que la joven no quería o no podía comer aunque este le insistiera y que no se debía a un rechazo ante su persona, esta le tocó nuevamente el rostro con dulzura y le cantó una dulce nana con el que el hombre le acompañaba cantando con una suave y melancólica voz, por ultimo este la abrazó como un niño abrazaba a su madre,este lloraba inexplicablemente ante la sorpresa de Celeste, de repente escuchó un ruido, era una puerta que se abría bruscamente, este pareció sentirse violento y asustado, por fin ella dirigió sus primeras palabras.
-que ocurre? este no le respondía, tan solo miraba de un lado hacía otro y se esfumaba fugazmente ante sus atentos ojos sin que le diera tiempo de advertirle de lo que vendría a continuación, en aquel instante Celeste comenzaba a ver unas difusas sombras del otro lado de aquella habitación de lo que parecían ser unos seres espectrales que se veían algo borrosos y distorsionados, sus piernas comenzaban a temblar y se sentía desprotegida y realmente asustada respecto a esos extraños seres, parecían tener unas batas blancas y se dirigían hacía ella, esta sin esperar a que se acercasen mas se dispuso a correr escapando de aquellas espeluznantes figuras recorriendo aquel interminable pasillo que parecía mas biien un laberinto sin retorno, pero poco tardaría en darse cuenta de que nadie ya la seguía, quedó extrañada, pues su cuerpo desnutrido y frágil no tenía las suficientes fuerzas como para correr tan deprisa como para dejar aquellos tipos atrás, aún sentía escalofrío en su cuerpo y si realmente esos seres eran lo que ella pensaba sentía la inseguridad de encontrarse los en cualquier momento, pero pasaban los minutos y no había rastro de esos seres extraños, por fin se llenó de valor y fue atrás en aquel cuarto donde ya no había nadie, en breve se dirigió hacía las habitaciones de sus compañer@s de locura, pero nadie había en sus camas, todos habían desaparecido por arte de magia, pegó un grito furioso pensando que se debía a una absurda broma pero nadie le respondía, ahora se sentía confundida, no comprendía nada, y si esos seres de bata blanca o algún acontecimiento inexplicable había echo que desaparecieran sus compañeros por sorpresa como había ocurrido con su amigo invisible? o es que era un fantasma y los demás estaban todos muertos? O sii ese lugar la había trastornado y su locura le estaba provocando una alucinación? La confusión y el terror la invadió por completo pero poco tiempo tardaría también en desaparecer ante todos aquellos relampagos a la vez que esta echaba un grito de pánico.
Lo ultimo que recordaba antes de desaparecer fuerón los gritos de tristeza del pobre hombre desfigurado, pobre alma en pena se decía Celeste mientras desaparecia.
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-Donde estás!!!!! gritaba aquel hombre extraño mientras se levantaban los demás, agitados e histéricos por los lloros desesperados de Aitor, a este le agarraban dos loqueros que tenian unas largas batas blancas mientras uno de ellos buscaba sus medicamentos.
-Callate ya!!!! estas asustando a los demás!!!
-Donde estás!!! suplicaba llorando continuamente
-Donde está quien? Aitor?
-La chica!!!! la que cantaba siempre por las noches con tristeza y se negaba a comer
-Este cada día esta peor...murmuraba uno de enfermeros.
-Aitor!!!! ya lo sabes, Celeste murió la semana pasada!!!
-Celeste se llamaba?
-Sii, y está muerta por que se negaba constantemente a comer y su cuerpo no lo pudo resistir, ya lo sabes!!!!
-Celeste....Este cayó al suelo con sus ojos mirando atentamente a la muchacha que retornaba nuevamente, pero que a instantes se esfumaba nuevamente, con una sonrisa al saber lo que le estaba pasando, pero a la misma vez que sus ojos estaban llenos de lagrimas.
Pasarían los días y los años, y Aitor se curaría por fin de todas las cicatrices sufridas por aquel accidente de moto provocado por una infidelidad de su ex pàreja a la que tanto había confiado, y al que pensaba que nunca se recuperadía de aquella situación, aunque su rostro había mejorado bastante desde entonces y su cabeza razonaba con mas fluidez a la vez que dejaría ya de ver a Celeste, ahora simplemente se sentía triste y lleno de remordimiento por no haber echo nada mas para ayudar a esa pobre chica, que al igual que el estaba falta de fuerzas para seguir luchando, sabía que el no tenía culpa de su fallecimiento, pero le quedaba una espina clavada, quizás sii le hubiera preguntado su nombre....o sii le hubiera tratado con mas amabilidad, quizás sii no hubiese sido tan inseguro por mi aspecto físico y le hubiese hablado....quien sabe sii esa pobre chica hubiera vivido sii yo hubiese dejado mis complejos de un lado y hubiera sido mas fuerte...quien sabe sii no solo la podría haber ayudado si no que podría haber sido mi chica....todo queda en un quizás.... lo que se, es que estancandome al pasado no voy a solucionar nada, solo me queda pensar en su sonrisa y que esté donde esté será feliz.
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Muy bueno; gran calidad narrativa.
ResponderEliminarChaauu